sábado, 23 de agosto de 2014

Espejito, espejito...



Un significativo y eventual acontecimiento me invita a detenerme a pensar sobre tan enigmático elemento y su fenómeno.
Desde la antigüedad personajes como Sócrates y Séneca han reconocido la utilidad del espejo como medio para conocerse, tan así que en algunas prácticas modernas de psicoanálisis continúa siendo un elemento importante. Es mas no la del espejo la de la imagen que se refleja que es en realidad mi motivo de reflexión.

El espejo y su imagen han sido importantes desde siempre ni hablar de la importancia del espejo en la historia clásica del Narciso o en las artes plásticas en el caso especifico de Las Meninas de Velásquez.

Su presencia es innegable en la literatura infantil como en Blancanieves en el que la Bruja es quien tiene el espejo que le muestra mas de la cuenta. Pero no solo de usos simples hablamos de los espejos tenemos también la anotación clara e histórica del uso que le dio Arquímedes a los espejos   "utilizado como arma contra la flota Romana en Siracusa" y como componente vital en los avances en la óptica. Conquistadores europeos intercambiaron espejos con las culturas prehispánicas y bueno ni hablar del empleo en la espejo en el mundo femenino.

La cuestión es que siempre hemos necesitado ver. Nosotros siempre hemos necesitado ver, percibir lo que nos rodea y saber que existe por medio de lo que se nos refleja, las cosas las percibimos y sabemos que existen en la medida que las realidades tienen la capacidad de reflejar un segmento de la luz visible a nuestros limitados sentidos.

En los espejos siempre hay un referente de entrada que refleja la tan presupuesta realidad y uno de la salida que es la cruel realidad y eso es lo que pasa con niños preescolares entre los 4 y 7 años de edad que inician la consolidación de su aprendizaje de la escritura.

La bruja de  Blancanieves tenia un espejo, no si Blanca Nieves tenía, pero lo mas interesante es que desde tan remotos tiempos, pues dice la leyenda (había una vez), la Bruja veía lo que ella quería y así es con estos pequeños, ellos ven en su proceso de iniciación de la  escritura lo que ellos quieren hasta que por algunos procesos sociales  entienden a la escritura con un fin común, es decir para comunicarnos con un grupo, de manera universal, con un código mas o menos común y por ende todos debemos en una mínima proporción, a diferencia de la bruja, ver lo mismo en el escrito que en últimas es el reflejo del pensamiento, de lo que se quiere decir, de lo que se piensa, de lo que se cree.

La escritura en espejo es el termino  con el que me refiero a los productos escritos ya sean  frases, oraciones  o textos cortos que semejan la imagen en un espejo, es decir del código común y convencional de la comunidad lingüística. 

Existen algunos niños preescolares  que al uso del código escrito incuso en su proceso de adquisición, crean representaciones idénticas pero como si fueran reflejo de la imagen original.






Es común en el inicio de la adquisición de la escritura en los niños preescolares encontrar la escritura en espejo de algunas letras o algunos números, pero en realidad si que no lo es encontrar frases u oraciones completas escritas en espejo,  lo que debe constituirse en un aspecto para detenerse y abordar.

En realidad en este post no pretendo emitir diagnóstico alguno, ni aclarar la terminología neurológica de la etimología del fenómeno, ni mucho menos asociarlo con las personas zurdas por aquello de la ya entrada en desuso terminología de la dominancia cerebral.

Lo que quiero valorar es detenerme en el componente social y comunicativo que genera en un pequeño de seis años a quien la escritura le empieza a importar o no, porque le sirve como medio productivo de comunicación para él y para otros, desde la carta a papá Noél hasta la actividad académica formal. 

Mas allá de los limites y características que pueda dar la neurología, la psicología, la fonoaudiología y toda esa cantidad de "logías" que se detienen y se detendrán a pensar en el fenómeno es valioso apoderarnos del valor comunicativo de la escritura para confrontar al creador de tan admirables textos a reflexionar y crear un inicio de metacognición sobre la utilidad y pertinencia de sus trazos.

El mismo niño preescolar que escribe en espejo y crea grandes cuentos en espejo al intentar leer un texto escrito de forma espontánea minutos antes, no logra un descifraje adecuado sencillamente porque sabe que la dirección para leer es de derecha a izquierda pero al ser   su texto escrito en sentido contrario la decodificación le resulta imposible.

 Tal vez sentarnos a reflexionar sobre lo que se ve en el espejo y la no correspondencia con  la realidad ayude a estos pequeños a detenerse antes de crear, a  revisar la codificación para crear textos productivos.


Quizá enfrentar al pequeño a la intencionalidad de la escritura resulte mas efectivo y menos ajeno que enfrentarlo al modelo, quizá recurrir a escrituras por medio de teclados en plena era digital, sea una propuesta indicada para construir comunicación escrita efectiva, quizá dejar de pretender entrenarlo en dibujar de acuerdo con el modelo permitamos se le permita crear un modelo funcional y efectivo para él y su comunidad.

Y que no se olvide  que como dice Luis Vives "No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras".

P.S.
Lamento el aburrimiento generado a mis pocos lectores que quizá no se apasionan con el mundo del inicio de aprender a escribir, pero recuerden no es su obligación leerme.