Por Eryka Cifuentes
Iniciar
el debate sobre la calidad educativa de un país en el que no se habita es
complejo porque la lectura que suele hacerse tiene elementos descriptivos y
propositivos diferentes, evidentemente a los que puede tener el sujeto que se
encuentra inmerso en el entorno.
Sin
embargo, al revisarse con detenimiento aspectos fundamentales se llega a un
principio, quizá sospechoso; si señor
como lo indica la RAE en su
definición de sospechar.
Para la RAE sospechar se define como llegar a aprehender algo por conjeturas
fundadas en visos de verdad. Y así es cuando se revisa el criterio de calidad
en educación, con detenimiento, desde
los lineamientos del Ministerio de Educación de Chile con su Agencia de
calidad.
La
Agencia de calidad es
una institución encargada de que todos los
estudiantes “cumplan sus sueños” entonces se pregunta uno si para soñar se
necesita ser educado? Pero, otórguele orden
al discurso. El concepto de calidad desde los gobiernos, pero para el caso el
gobierno de Chile es correspondiente con
la política pública general del gobierno tendiente a posibilitar su declaración
del principio de la ”coalición por el cambio” generando una sociedad con igualdad de
oportunidades y considerando a la
educación como el instrumento para construir sociedades donde cada uno
determina qué hacer con su futuro, como lo afirmó el Sr,
Felipe Bulnes ministro de
educación durante el ENEDUC 2011.
La
agencia de calidad se crea con el fin de evaluar logros de aprendizaje de los
alumnos, ordenar las escuelas de acuerdo con los resultados de aprendizaje de
los alumnos y entiéndase dice ordenar o sea que algunos ven primero y otros van
al final, es más en la clasificación
categorial que propone la Agencia y el Ministerio se habla de alto, medio,
medio bajo e insuficiente, es decir que algunos estudiantes podrían estar en
una institución insuficiente y otros en una alta entonces se enreda el principio
fundamental de equidad del que se hablará más adelante.¿ Por qué la insistencia
en hacer diferencia si lo que se desea es equidad?
Se
entiende que se propongan actividades de mejora técnica y pedagógica como lo
describe la Agencia para aquellas instituciones que no logran un ordenamiento
alto, Ahora bien los aspectos sociales, el entorno, las familias y la ruralidad
¿serán considerados realmente para este fin?. Es reto del SIMCE y sus
pruebas es demostrar que así es. La evaluación
es un proceso integral de medición de individuos pero dentro de sus realidades ¿es
el SIMCE claro en las diferencias individuales de las poblaciones escolares de
acuerdo con la ubicación geográfica, o condiciones socio culturales propias de
cada región? ¿O es simplemente una plataforma de logros estandarizados sin tener en cuenta ni
estilos ni formas de aprendizaje? pero
que si dan evidencia estadística de la cobertura.
Claramente
lo dice Mario Waissbluth cuando afirma
que las estadísticas si evidencian mayor cobertura, pero cuando se leen con
detenimiento un amplio porcentaje de estudiantes con educación terminan
desertando y endeudados y otros tantos van al empleo pero pagando unas deudas
de tiempos prolongados y tan solo un 30 % logran el titulo real para pagar la
deuda así que a pesar de la ampliación en cobertura el fenómeno social es el
mismo. La cobertura no puede ser el único criterio de calidad.
La
calidad entonces debe ser integral, no hay calidad sin directivos de excelencia
que hasta ahora ¿quién los evalúa?, Los profesores como gestores de calidad
¿son incluidos dentro de las estadísticas de estado para valorar integralmente
los procesos de calidad?
Por
eso se habla de sospechar, las conjeturas que se permiten hacen reflexionar
sobre el fenómeno de varios países de América Latina que necesitan demostrar
que son eficaces.
Las
conjeturas permiten pensar que las reformas de calidad no pueden estar
referidas específicamente a estándares e indicadores de los alumnos, se debe
pensar en el capital cultural , en políticas económicas reales que fundamenten
y soporten las necesidades institucionales para apuntar a los estándares de
calidad con planes de mejora que obviamente implican gastos así como deben
involucrar todos los individuos del acto educativo, es decir la inclusión de la
valoración de profesores y directivos así como la reforma económica; que sin
negarlo son fenómenos reales que deben ser agentes en políticas de la calidad.
Ahora
bien, la educación se concibe como el principal factor de movilidad social como
lo dice el Sr. Patricio
Meller, debe valorarse entonces dentro de esta gran reforma el principio fundamental de equidad.
La
descripción de la sociedad chilena como inequitativa invita a la activa
formación de personas mejor calificadas para que cada uno de ellos sea más
competitiva, de tal manera que se desea
que todos tengan una educación y de esa forma la tendencia debe ser a dar
iguales oportunidades y eso ha invitado a la reflexión de los costos de la educación, lo que en inicio
genera la consideración de la reforma y las múltiples propuestas y
contrapropuestas de las partes. Actos reflexivos de preguntas y respuestas
acertadas construyen el debate para organizar el sistema educativo bajo
principios rectores como La ley de Equidad y Calidad de la Educación. Ley 20501 del 26 de febrero
de 2011
La
equidad considera aspectos importantes como la implementación de mecanismos de
dirección pública como entidades que seleccionan a los mejores directivos, establecimiento de
metas para permanencia en los cargos, aumento de asignaciones directivas y de
alumnos; para los profesores se describen mejores rangos salariales sobre todo
para los colegios vulnerables y otras tantas
descritas claramente en la página del Ministerio
de Educación de Chile, lo que entra
en concordancia con la reflexión inicial de los integrantes de la calidad
educativa.
Reflexiones
paralelas a estas son la necesidad del resurgimiento de la educación pública en
Chile ya que la disminución de estos centros educativos es significativa en
algunas provincias y el fortalecimiento integral de los Liceos con intención de
ofrecer equidad y calidad educativa
Un
amplio debate desde el año 2006 y que se dio por terminado en el 2011, amplia
las funciones del estado, el ministerio pretende dejar de ser juez y parte con
la creación de dos entidades que promuevan la calidad educativa y el
cumplimiento de la normatividad por medio de la Agencia de calidad ampliamente
mencionada y de la Superintendencia dedicándose al apoyo real técnico
pedagógico. Sin embargo las funciones y los quehaceres descritos no responden
en la realidad con el fenómeno de equidad que lo que realmente quiere es el
rescate de la igualdad de oportunidades de acceso a la educación y eso solo se
logra en Chile o en cualquier lugar del mundo con la financiación, con la real
implementación de un sistema económico que soporte el acceso a la educación de
una gran mayoría que no tiene como acceder a este derecho porque simplemente no
tiene dinero.
La
asignación de recursos públicos de cualquier nación a los proyectos de
inversión en educación resultan complejos y difíciles, juntar propuestas de
acción de índole académica con propuestas de acción de inversionistas y
financiación marcan diferencias y ruteros, lograr hallar
el punto de encuentro se convierte en el único principio para hablar en
los mismos términos de equidad.
Las
reflexiones de las partes invitan a pensar en los espacios de la educación en
donde en realidad se debe hacer la inversión y es como se destaca abordar e
intervenir con urgencia en los años iniciales de la educación preescolar para
una de las partes justificando y explicando que es allí donde se forman y
fortalecen las competencias para el éxito académico en el resto de la carrera
educativa de cada uno de los ciudadanos chilenos, pero por otro lado hay
sectores del gobierno que piensan realmente que la intervención presupuestal y
de permanencia y acceso a la educación debe hacerse en la educación superior
para cumplir con una premisa antes mencionada como es la de la movilidad
social.
Así
mismo se generan debates sobre las reflexiones de a quién le corresponde pagar
o soportar los gastos educativos, y se escuchan posturas como las de Luis Larraín para la distribución del PIB de acuerdo con lo
esperado y en consecuencia con lo deseado.
Perdone
lo atrevido de mi parte pero es claro que los principios de los criterios de
calidad y de equidad así como de la reforma no son ajenos a los de Colombia
donde simplemente los educandos o alumnos son el producto y la calidad se da o
en calidad de sueños como lo plantea la Agencia sino en mediciones indicadores,
estándares y porcentajes de cobertura así como de financiación o subvención.
Perdone
el atrevimiento si la lectura desde la distancia se equivoca, pero cuando uno
no es juez y parte sino solo lector y un poco descontextualizado, encuentra
coincidencias pero sobre todo comprensiones a fenómenos de educación que se
mueven distinto pero que en el fondo desean lo mismo un acceso a la educación
para todos lo que así lo quieran, porque solo debería bastar el deseo y no las
condiciones económicas, logísticas o intelectuales, solo la intención de
querer.
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